miércoles, 16 de mayo de 2012

Un día cualquiera.

Hoy, mientras realizaba el turno de "orientación e información" en mi pega, pensaba en el amor que siento por lo que hago, y que la próxima semana cumplo cinco años en el mismo trabajo. Muchas cosas han pasado en este tiempo, mi aprendizaje estrechamente relacionado con las personas que he conocido, mis compañeros de trabajo, por cierto, pero fundamentalmente mis usuarios. Han sido tantos, y claramente hay muchos cuyos nombres no logro retener, pero también están los inolvidables, sea por la naturaleza de los casos en que los he representado, sea por sus cualidades personales, sus historias de vida, su carácter, etc. Usualmente hablo de ellos, evidentemente omitiendo sus nombres, pero sí compartiendo situaciones divertidas, dolorosas, indignantes, vividas junto a ellos. El trabajo en las Corporaciones de Asistencia Judicial para mí es mucho más que representarlos en juicio, tampoco se trata de involucrarse indebidamente en sus problemas, pero sí de entregarles un servicio humano y profesional lo más completo posible. Y es mucho lo que se aprende de ellos también, algunas veces, durante una entrevista, lo que ellos te entregan, con sus palabras, emociones, vivencias, es muy superior a lo que técnicamente uno puede hacer por ellos. Hoy en la mañana, mientras escuchaba a una de mis usuarias, concluí que alguien, por allá arriba, me manda mensajitos todos los días con ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario